Cuando las redes sociales se ponen en manos de los Cuerpos
de seguridad, las posibilidades de prevenir el crimen aumentan. En Estados
Unidos se están llevando a cabo estrategias de análisis de datos en Twitter que,
combinados con un algoritmo, pueden predecir las probabilidades de que se
produzca un delito en un área concreta. Este tipo de actuaciones se amparan
bajo el concepto denominado ‘predictive policing’ –conocido en español
como vigilancia policial predictiva o patrullaje inteligente.
En España el Cuerpo Nacional de Policía también aprovecha
el potencial de la red social del ‘microblogging’, en este caso como una
herramienta que fomenta la colaboración ciudadana para localizar a
delincuentes, entre otros propósitos. Una de las acciones más conocidas que se
realizan en este sentido son las denominadas ‘tweetredadas’, en las que
el equipo de gestión de las redes sociales insta a sus seguidores a informar
sobre posibles casos de tráfico de drogas.
“Las redes sociales se han convertido en la punta de lanza de la Policía
3.0”, comenta el ‘community manager’ del Cuerpo, Carlos Fernández
Guerra. El director de la institución, Ignacio Cosidó, presentó este plan ante la Interpol el
octubre pasado como una proyecto que quiere aprovechar la innovación y las
nuevas tecnologías en cuanto a herramientas que posibilitan “detectar de forma
proactiva las amenazas y anticiparse al crimen”.
Gracias a la participación de los ciudadanos, propiciada por la cuenta
de Twitter de la Policía, se han llevado a cabo detenciones de
fugitivos en intervalos de poco más de 24 horas, según ejemplifica su
responsable haciendo referencia a casos como el de la detención en enero del asesino de un
taxista en Salamanca.
Parte del éxito del perfil @policia,
que cuenta con unos 872.000 seguidores, se basa en que el equipo que está
detrás escucha a su audiencia (reciben entre 2.500 y 3.000 menciones diarias)
y, en caso de detectar una denuncia o alerta, la derivan a la Unidad de
Investigación Tecnológica, según explica Fernández Guerra. “Si se trata de
un delito público se actúa sin denuncia previa”, comenta el comunicador y pone
como ejemplo el vídeo que detectaron recientemente en YouTube en
el que se veía a un conductor homicida circulando por la AP7.
Los datos contra la delincuencia
Investigadores de la Universidad de Virginia han
demostrado que los tweets pueden predecir ciertos crímenes cuando se analizan
de forma correcta y se aplican algoritmos determinados, según informa Agence
France Presse y publica Business Insider.
El líder de la investigación, Matthew Gerber, comentaba a AFP que aunque los
mensajes no enlacen directamente con crímenes podrían contener información
sobre actividades asociadas a ellos. Y, como ejemplo, resaltaba que cuando
mucha gente tuitea diciendo que va a emborracharse en un lugar concreto, hay
ciertos crímenes relacionados con estos tuits de forma indirecta. Léase
conducir ebrio, pelearse o cometer otros delitos fomentados por la ingesta de
alcohol.
Este tipo de estrategias de predicción forman parte de la idea del
‘predective policing’, un fenómeno al que IBM Center for The Business
of Goverment dedicó un extenso informe (pdf) el año pasado.
Actualmente existen varios departamentos de policía que aplican técnicas de
este estilo y usan ‘software’ diseñado especialmente para realizar análisis de
datos y predicciones de crímenes en tiempo real. Un ejemplo de este tipo de
programas informáticos es PredPol, desarrollado por matemáticos y
científicos de la Universidad de Santa Clara (California).
El plan Policía 3.0, por su parte, también incluye el uso de
nuevas herramientas que trabajan en cuestiones de geolocalización “de cara a
hacer un patrullaje más inteligente”, según afirma el portavoz del Cuerpo.
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